Cada que se acerca la fecha del día que cumplo un año más de vida, me gusta reflexionar sobre quién soy en ese momento de mi existencia, lo hago a través del arte, algunos de los rituales han sido autorretratos en la sala de mi casa, un poema que represente lo que soy, una carta como registro, un collage colorido o una pintura en la pared. Me creo (v. de crear) a través de ese acto, hago una imagen desde el filtro con el que me percibo, porque al final la esencia de lo que soy yo, Paola, es la misma desde que nací pero los lentes a través de los cuales me veo cambian constantemente, entonces, mi imagen es la que cambia, una imagen que no me representa del todo pero que me contiene, al menos en este momento que existo como humana.
El ejercicio de autorretratarme es una manera de saber cuáles son mis bordes, entender qué hay en mi periferia, que está conteniendo mi núcleo y hacia donde van los ríos que nacen de el.
Retrato a lo que soy hoy, inmortalizo una versión de mí.
Guardo un registro como prueba de mi existencia porque he aprendido que esa es mi manera más pura de amar, mirarme como soy, sin querer editarme y hacer arte con ello. Tomar la postura de la artista y la musa.
Me gusta verme desde mi mirada profunda,
desde mi mente creadora de posibilidades,
con mi corazón que derrama esperanzas,
y desde todo lo que soy,
empezar a tejer las líneas que llevarán en ellas mi nombre.
Mi cuerpo es un ecosistema,
un sistema biológico simbólico de gran complejidad.
Hoy, me declaro dueña de mis propias tierras,
las exploro con curiosidad,
en este último año he descubierto nuevas especies,
está lleno de biodiversidad.
En mi periferia hay un aviso al entrar,
desnudarse al pasar,
en mis orillas no hay muros,
es un desierto como los de Coahuila,
pareciera que sin señal de vida a varios kilometros,
pero el que observe bien lo entenderá,
la vida empieza desde el momento al llegar.
En el núcleo hay todo tipo de plantas silvestres y animales salvajes,
ahí en ese lugar no hay nadie que los domestique,
se alimentan de libertad,
me llenan de volunntad.
Mi cuerpo tiene un óceano,
profundo,
soy el misterio no resuelto del fondo
y el borde que moja a quién llega a la playa secreta.
Si eres nuevo por acá te recomiendo la parte de los turistas,
es accesible para todo tipo de público,
ahí están los logros, títulos, estatus social,
no te veas obligado a quedar,
pero si te gusta y quieres saber más
deja que los cuatro vientos te lleven a donde termina el mar.
Soy como un mundo de fantasía,
donde existen colores que en ningún otro lado hay,
paisajes donde existen agua y fuego a la par,
y entre más lo trates de entender más alejado lo tendrás,
solo tienes que dejarlo ser.
A mi cuerpo lo atraviesa la existencia,
aquello que le da vida a todo por adentro,
de donde nacen los atardeceres
y mueren los amaneceres.
Cargo con las paradojas del universo,
me desordenan los peces de agua dulce,
me sumergen en el manantial del saber.
El ecosistema funciona bien cuando todo está en equilibrio,
la vida y la muerte,
la oscuridad y la luz,
el hambre y el exceso,
la alegría y la tristeza,
si es explotado enfermará,
si no se mueve se estancará.
Mi cuerpo es un ecosistema,
y yo una bióloga exploradora.
Ocupar espacio en la vida:
llevo conmigo todo un mundo que está vivo,
si lo silencio se quema,
si no lo exploro llegan sequías,
si no lo detengo a respirar se crean tolvaneras,
si lo ignoro se inunda.
-paola.