Si alguna vez en tu vida te has hecho la pregunta “¿estoy haciendo las cosas bien?” y la única respuesta que has recibido ha sido el silencio, probablemente sea porque entre lo que necesitas saber y lo que quieres saber haya un espacio muy grande.
Antes de correr primero hay que caminar, así que antes de saber si estás haciendo las cosas bien es importante que tomes en cuenta varios puntos. A continuación te comparto un par de preguntas previas a hacer para que el espacio entre lo que necesitas y quieres saber sea mínimo o incluso nulo.
“¿Cómo puedo saber si estoy haciendo las cosas bien si no sé lo que es bien para mí?”
Te recomiendo que tomes tu libreta y pluma para responder las siguientes preguntas:
¿qué es bien para mi?
¿qué entiendo por bien?
¿cómo defino la palabra bien?
¿quién o qué define lo que es bien?
¿a qué o quién le quiero probar que estoy haciendo las cosas bien?
Cuando empiezas a tener más claridad con lo que significa PARA TI hacer las cosas bien es cuando empiezas a confiar en tus pasos porque el significado de bien ya no está determinado por algo externo. Puede que para mi hacer las cosas bien sea salirme de un trabajo estable para aventurarme a lo desconocido y para otra persona eso se vea como ir por el camino erróneo.
Como te habrás dado cuenta, la respuesta a la pregunta de saber si estás haciendo las cosas bien es totalmente subjetiva. Ahora, si lanzas la pregunta al aire o esperas a que una energía más elevada te de la respuesta debes considerar que esta sigue estando condicionada hacia lo que algo externo a ti establece como bien-mal, ¿dónde queda entonces tu poder personal?
A Dios, el Universo, tu Yo Superior o como llames a la fuerza creadora de todo lo existente le interesa tu evolución.
La respuesta a la pregunta “¿estoy haciendo las cosas bien?” se encuentra dentro de ti, nada allá afuera va a conocer lo que quieres y deseas mejor que tú.
Pero, con esto vamos con el segundo punto y las siguientes preguntas a considerar:
¿Hacer es todo lo que hay que poner de mi parte?
¿Y si en vez de poner todo en hacer también me concentro en ser?
¿De donde nace esta urgencia de querer hacer?
¿Qué o quién puedo ser a partir de hoy para actuar desde la certeza y seguridad?
Tal vez lo que te va a acercar a tu meta no sea el hacer,
tal vez lo que te va a llevar hacia ella sea el equivocarse.
Si yo tengo la certeza de que cada paso que doy me hace crecer, no importa cómo se vea ese paso (puede ser mudándome de ciudad, entrando a un trabajo nuevo, comenzar o terminar esa relación, hacer ejercicio hoy, rechazando/aceptando una oportunidad, entre las miles de maneras en que tomas decisiones) yo sé que le puedo sacar un aprendizaje a esa experiencia entonces no hay manera de que me equivoque porque no importa hacia donde vaya o que camino elija, sé que estoy evolucionando.
Y así, el saber si estoy haciendo las cosas bien o mal ya no está condicionado por el exterior, el saber está adentro de mí. Es aquí donde lo que el Universo quiere para mi y lo que yo quiero coinciden, lo que necesito y lo que quiero son la misma cosa: crecer y evolucionar.*
Ya definimos mejor la pregunta de ¿estoy haciendo las cosas bien? y probablemente en este punto tu pregunta haya cambiado, sea cual sea la pregunta que hagas lo importante es que encuentres posibilidades en ella y que te lleve a dar tu siguiente paso, para ello, no basta con hacer solamente una pregunta, si no también saber escuchar la respuesta.
Normalmente esperamos que la respuesta surja de la mente, la cosa es que la mente es limitada ya que trabaja solamente con lo que conoce y si queremos una respuesta que nos lleve al siguiente nivel entonces hay que buscar la respuesta más allá de la mente y para eso tenemos el mejor aliado que puede existir: EL CUERPO.
¿Has observado cómo reacciona tu cuerpo al hacer este tipo de preguntas introspectivas?
¿Se tensa?, ¿siente calma, ¿tu corazón cómo reacciona? ¿qué emoción aparece?
Vamos con un ejemplo:
Hace unos días llegó M a una consulta de coaching con el tema de que no sabe si continuar una relación de amistad con alguien, ella ya no siente que deba seguir manteniendo ese vínculo pues no recibe lo mismo que da, varias veces comentó que no sabía si estaba haciendo las cosas bien, entonces después de hacerle todas las preguntas anteriores que he puesto por aquí llegó el momento de abrirse hacia la respuesta e ir más allá de su mente.
Después de un par de ejercicios con la respiración le dije que llevara toda la atención a su cuerpo y que se concentrara completamente en el sin ningún juicio, “¿cómo reacciona tu cuerpo ante la idea de seguir siendo amigas? ¿cómo reacciona tu cuerpo ante la idea de dejar esa amistad?” le dije y sin esperar sensación alguna el cuerpo empezó a hablar; sudoración ante la idea de seguir y el corazón sintió espacio ante la idea de dejar ir me comentó ella.
El cuerpo de M, le dio la respuesta. Que realmente no fue solo su cuerpo como una estructura físico-biológica si no el cuerpo como un puente con la gran sabiduría que habita en cada uno de nosotros.
Tu cuerpo tiene respuestas, si estas ahí para escucharle te hablará.
Ahora te pregunto, ¿estás haciendo las cosas bien?
Espero de corazón que estas palabras traigan claridad en tu camino.
Si tienes alguna duda mi correo ó dm de instagram están abiertos para ti.
Con amor,
-Paola AG.
*Evolucionar como persona significa lo siguiente: desenvolverse, desarrollarse, pasando de un estado a otro. Al pasar de un estado a otro mi entorno corresponde a ese otro estado por ley universal, como es arriba es abajo, como es adentro es afuera. No hay manera de evolucionar y que el exterior siga siendo igual, el exterior te corresponde.